«Una novela tan bella como perturbadora. La prosa de Hanna Nordenhök combina con singular maestría la densidad de la poesía con la enfebrecida atmósfera de un cuento gótico», Fernanda Melchor
«Una novela tan bella como perturbadora. La prosa de Hanna Nordenhök combina con singular maestría la densidad de la poesía con la enfebrecida atmósfera de un cuento gótico», Fernanda Melchor